miércoles, 15 de agosto de 2012

26 de octubre

Si encuentras una sola nube en este cielo azul, limpio y puro -me dijo- te daré un diamante cristalino, inmaculado, en forma de lucero.

Si encuentras un astro fugaz con más belleza y brillo que el que mi amada plantó con ternura en mi alma -le respondíi- prometo que cada mañana, pintaré para ti, nubes sedosas, como motas de algodón, en el pedacito de cielo que elijas.

Deslumbrado, el espíritu del alba continúa buscando, desde entonces, en cada rincón del universo.

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