viernes, 1 de febrero de 2013

La elocuencia en acordes de silencios inéditos

Regálame un minuto de tu silencio: bésame intensamente, sin pausa, con énfasis, por los próximos 60 segundos.

Desempolvando recuerdos, encontré las cartas que nunca me escribiste: si supieras cuánto silencio albergan!...

Sabías que el poema más hermoso se escribe cada vez que, extasiado, te contemplo en silencio?
Tanto silencio... Hasta el punto que su eco recurrente irrumpe, impetuoso, e interrumpe las palabras que aún no pronuncié.

Para los enamorados, las palabras de aliento son aquellas que se pronuncian con el silencio profundo de un beso cómplice.

El silencio es la lengua madre.

Las palabras atragantadas, también cuentan como silencio.

Acaso será habitable un mundo poblado por tus silencios?

Nunca mejor dichas ni con mayor claridad, las palabras pronunciadas, concienzuda y permanentemente, por tu silencio.

No quería escucharte, pero tu silencio no me dejó otra opción.

En nuestra intimidad, nada grita más fuerte que el silencio apasionado de tus ojos, agonizando, fijamente, en los míos.

El lenguaje de tu mirada logra que las palabras, silenciosas para otros, lleguen solo a los oídos correctos.

Anhelo que sonrías con tanta amplitud, que tus pecas se junten en una manifestación silenciosa y feliz.